Han pasado 8284 días
23/8/03 2:37
cristal
Apenas he podido releer un viejo libro mientras la tormenta se rompía sobre el mar. Es complejo de explicar. Si fuera sencillo, pero es complejo. Hay días que se suceden iguales con sus mismos minutos y silencios mientras pestañeas, en los que te dejas llevar cuando crees que no y es que si, como si fuera posible no dejarse; días de horas pegajosas, únicas, largas o cortas, que ya no van una tras otra sino todas como un coro uniforme de viejas plañideras. Todo se ve vidrioso, cubierto por una pasta que transforma las luces en líneas. Como una huella sobre el cristal de las gafas. Es la vida borrosa. Que comienza de nuevo.
Escrito por txema
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12/7/03 23:44
estaciones
A la primera persona que me introdujo en los placeres y vicios de la música, Mario Locatelli, un viejo profesor de pelo blanco y paciencia infinita, le apasionaba la música de Antonio Vivaldi. Yo, siempre dispuesto a fastidiar, es una de las constantes de mi carácter, defendía que aquello era una simple simpatía entre paisanos (Mario también era veneciano) y trataba de quitar méritos a las composiciones del prete rosso, a la vez que me interesaba por las obra de Arcangelo Corelli y Giuseppe Torelli. Sólo por llevar la contraria, algo que al viejo profesor de música no le importaba porque ya sabía mi modus operandi. Basta que algo guste a la mayoría para que deje de interesarme. Todo esto viene a cuento de la obra más popular del veneciano y una de las conocidas de la historia de la música clásica, los conciertos RV 269, RV 315, RV 293 y RV 297, unidos bajo el título Le quatro stagioni. A Mario le gustaba mucho la interpretación de Felix Ayo con I Musici y se santiguaba cada vez que le decía que era "poco natural". Sólo por fastidiar. Siento que muriera y no pueda escuchar la versión de Fabio Biondi, a partir de las partituras originales de Vivaldi. Creo que sonaban así en mi cabeza (más o menos) y no se lo supe explicar.
Escrito por txema
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