Han pasado 8631 días
2/6/02 0:18
poner límites
Odiar es una feo verbo. Anti es un prefijo cargado de odio, es su hijo sustantivo. Nunca los usaré aunque, claro, siempre existen excepciones. No es éste el caso.
Sólo pretendo decir que no creo que una lengua sea el fundamento de una nación, aunque no quiero hablar de idiomas. Sólo anotar, sin odios y sin "antis", que no hay fronteras para la literatura. Shakespeare se inspira en italianos, daneses y griegos; que no hay corsés para la música, que lo mejor de la española del XVIII lo compusieron Scarlatti y Bocherini; que no es verdad que no se pueden entender las cosas escritas en otras lenguas, que no es cierto que lo nuestro sea lo mejor, que todo se mezcla y se enriquece.
Sería tan larga la lista...Poner límites fronterizos, raciales, nacionales. Odio a quienes lo hacen, estoy en su contra. Pero nunca usaré estas palabras
Escrito por txema
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31/5/02 23:47
farben|ludwig|wolfgang
Aprovecho que es fin de semana y la audiencia numerosa para expresar aquí mi admiración por Ludwig Wittgenstein, a quien desde hace unos días rindo un homenaje íntimo con la relectura de alguno de sus trabajos. Uno de ellos, que me fascinó desde el mismo momento en que le puse las manos encima y libro por el que siento una peculiar debilidad es Bemerkungen Über Die Farben o, en castellano, Observaciones sobre los colores. Que nadie se asuste; es un texto que no aclara nada, como todos los suyos, pero que está lleno de luz. Él pensaba que los colores ayudan a filosofar y los empleó como vehículo, como otro lenguaje sobre el que especular y en el que además se añaden connotaciones simbólicas.
Todas estas explicaciones sobran, en cualquier caso. Reproduzco algunos de los pensamientos que subrayé en su día y cada un@ que extraiga sus propias conclusiones:
I. 5. Si digo de un pedazo de papel que es blanco puro y si se colocara junto a él nieve y ésta entonces pareciera gris, en su medio ambiente normal yo, de todos modos tendría razón en llamarlo blanco y no gris claro.
I. 34. Existe el resplandor de lo rojo y el de lo blanco; pero ¿qué aspecto tendría el resplandor de lo café o el de lo gris? ¿Por qué no se puede concebir a éstos como un grado más débil del resplandor de lo blanco?.
I. 58. Imagínese a alguien que señala un lugar en el iris de un ojo rembrandtiano y dice: "las paredes de mi cuarto deberían pintarse de ese color".
II. 102. Ante la pregunta "¿Qué significa "rojo", "azul", "negro", "blanco"?" podemos de inmediato señalar cosas que tienen esos colores, pero eso es todo lo que podemos hacer, nuestra capacidad para explicar su significado no va más allá.
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Este texto ha sido transcrito escuchando Il Sogno di Scipione de Wolfgang Amadeus Mozart en esta espléndida versión. Merece la pena, en serio.
Escrito por txema
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