Han pasado 8285 días
23/7/02 14:17
el carrito
Iba andando por la calle y, según mi costumbre, desparramando la mirada por escaparates, señales y coches. Quiero decir que raras veces miro al frente, lo justo para evitar tropezones con semáforos y ancianos que, al igual que yo, van a su ritmo y ajenos a cuanto les rodea. Unos metros más adelante, una mujer empujaba el carro de su bebé y la acera, por lo demás, permanecía despejada, así que seguí mi rumbo mientras observaba el último anuncio de unas hierbas sedantes tras el cristal de la farmacia, a un camarero limpiándose la mugre de las uñas en el bar contiguo y un letrero a la entrada de un portal, donde decía fulanito de tal, abogado. Nada nuevo. Entretanto, la mujer que empujaba el carrito del bebé se había parado y, como toda madre, se interesaba en aquel momento por ponerle al bebé el chupete que se le había caído. Allí estaba inclinada sobre el carro en una postura que no resultaba comprometedora hasta que yo, con paso decidido y ojos distraídos, fui a impactar con mi entrepierna en el sitio justo por donde había salido el bebé apenas unas semanas antes. Con el golpecito, el chupete quedó perfectamente colocado en la boca del crío y aquella mujer y yo nos saludamos como si nos conociéramos de toda la vida.
Escrito por txema
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14/7/02 23:56
zoom
Unos metros más allá, un poco a la izquierda, un poquito a la derecha. Ahí. No te muevas, le dijo. Nunca supo que el objetivo de aquella cámara tenía zoom. Y, así, a lo largo de cuarenta y seis años de matrimonio, su esposa recorrió treinta y ocho kilómetros y doscientos once metros buscando el encuadre idóneo. Él se situaba en un punto fijo y ahí tenía que ser. Le gustaba mucho tomar fotografías y, por eso, el día que lo enterraron ella decidió que la cámara y su zoom se fueran con él al lugar donde nada se mueve.
Escrito por txema
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