Han pasado 8319 días
1/4/03 22:36
esposas
Me sumerjo en la América profunda. O en la superficial, ya no sé. Por donde Jo-Ann Stitham, casada con Tim, que es sargento, regenta All American Army Wife para dar lustre a los valores patrios, poner barras y estrellas y componer la más tierna escena de una de esas películas de héroes de antiguo celuloide. Más o menos como Jenny Lynne en Ramblings of a Yooper. Me doy una vuelta, siguiendo la indicaciones de las esposas, por un weblog en el que se pide el boicot a Hollywood, se venden camisetas y gorras y se alaba a Stevie Nicks, la de Fleetwood Mac, por una carta dirigida a las tropas (americanas) en Iraq que merece mucho respeto porque "...leaves out political rhetoric, leaving one to assume where she stands on the war - but, more importantly, strongly showing her support of this country and the brave men and women who fight for it. Bravo!".
Intento obtener una conclusión. Pasan los minutos y no hay resultados. Pasa una hora y deduzco que es normal. Quién me manda ver estas cosas, sumerjirme en América y no en la cama, por ejemplo. Aunque, claro, no todos pensamos lo mismo. Porque resulta que apoyando la guerra "se puede mantener una discusión de altura y muy nutritiva". Estuve a punto de decir algo, pero encontré a alguien mejor, Juan José Sebreli, que lo explica muy claro. Desde mi punto de vista.
Los enlaces proceden del artículo Blogging the War: A Guide, de Cynthia L. Webb y de Libro de notas
Escrito por txema