Han pasado 8638 días

martes, 29. abril 2003

29/4/03 2:38


variaciones



Lo peor de un genio, para quienes han de compartir el día a día, es su misma esencia. Todo lo que destruye su obra, el veneno que corre por la sangre de aquellos que comprenden sin llegar. Busco aquellas páginas que señalé de El Malogrado, la segunda novela de Thomas Bernhard, a quien tantos desconsuelos debo, en las que reflexiona sobre el virtuoso pianista Whertheimer, roto por el talento de Glenn Gould, abocado al suicidio tras la muerte del famoso intérprete de Bach.

La verdad es que no hay nada más espantoso que ver a una persona que es tan grandiosa que nos aniquila, y tenemos que ver y soportar ese proceso y al fin y al cabo aceptarlo también (...)

En realidad, pienso, no quería volver sobre Bernhard. De hecho, es un escritor que me hace daño, en el que me reconozco como enfermo de un extraño mal. Ni tampoco quería darle vueltas a Bach, por ahora, al menos, después de tantas horas, y menos a las variaciones Goldberg, ni al Steinway, ni a nada. Leía una cosa que ha escrito Paz, por otro motivos, cada uno tiene los suyos, y me he ido a ver dónde demonios estaba el libro, como si no lo supiera. En realidad, pienso, estaba impresionado tras ver La locura del Rey Jorge, que es una de esas películas que me gustan y me dejan sumido en un estado de estupidez aparente y, tal vez, real en el quiero explicar ideas que no tengo y decir cosas que no sé. No sé.


Escrito por txema

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lunes, 28. abril 2003

28/4/03 10:26


códigos nucleares



Andaba preocupado porque no sé dónde puse las gafas de sol. Pero ya se me pasó. Me puse a leer que, según el ex teniente coronel Robert “Buzz” Patterson, durante dos años asistente personal de Bill Clinton y encargado del famoso maletín nuclear, el entonces presidente perdió la tarjeta con los códigos y que el FBI no llegó a encontrarla nunca.


Escrito por txema

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